Las relaciones con los amigos son importantes a esta edad, pues se diferencian con la relación que llevan con los adultos. Solo existe la complicidad y afinidades con personas de su edad con las que es más fácil compartir actividades sin obligaciones ni deberes.

Con los amigos no existe sumisión ni limitaciones que te prohíban actuar de forma espontanea, aquí encontramos un plano de igualdad donde las relaciones son fluidas y agradables, esto permite al niño desarrollarse mejor de manera afectiva.

Por otra parte los padres pueden poner límites al niño, para que las relaciones que se generen sean sanas. Así que el niño aprenda que hay un tiempo para todo, tanto para la familia como para los amigos así como los espacios adecuados donde se pueda comportar de manera adecuada en ambos espacios y no afecte sus relaciones.

Es necesario que los padres respeten las relaciones de amistad de sus hijos e intervenir lo menos posible. De esta manera, el amigo que él elija ayudara a su hijo a crecer y volverse más autónomo. Los hijos tienen sus propios gustos y afinidades que tienen que ser respetados y no invadir sus espacios. Sin embargo, en ocasiones los hijos tienden acudir a sus padres para pedirles consuelo ya que a esta edad las amistades tienden a ser muy frágiles; es necesario que los padres escuchen, sin desdramatizar y hacer ver los valores verdaderos de la amistad, debido a que en esta etapa empiezan algunos cambios.

Si el niño no tiene amigos los padres suelen preocuparse, pues ven que está solo y aislado o que sea rechazado por los demás. Cuando la ruptura con los amigos es drástica o la soledad dura varias semanas o meses, los padres se preguntan si existe un malestar grande.

En el periodo de los 6 a los 9 años las amistades se hacen tan rápidamente como se deshacen y los lugares que se ocupan en un grupo siempre están en juego y sometidos a ciertas condiciones para permanecer. Los secretos que se cuentan son inmediatamente revelados y de esta manera se pierden las amistades.

Tipos de amistades

 

Las niñas se basan mas en las fantasías para jugar y son historias creadas entre dos, también hay confidencias o pequeños regalos compartidos. En cambio, los niños sus juegos se basan en desafíos, promesas y códigos que hay que sobrepasar para pertenecer.

Los padres se preocupan por que ven esos detalles tan vanos y que pueden romper con una amistad. Pero esta etapa es necesaria, pues los lleva a un aprendizaje en donde existen decepciones, falsos amigos, celos y rupturas; esto llevara al niño a adquirir cierta madurez en sus relaciones.

Al terminar esta etapa al rededor de los 10 años, el niño aprenderá a tener relaciones solidas, más serenas y más estables en el futuro.

 

Formar relaciones y hacer amigos

Hay que animar al niño a que invite a sus amigos, si no todos los amigos son del agrado de los padres hay que evitar intervenir en sus elecciones. Su integración en un grupo puede depender de un detalle (hacer collares, jugar videojuegos, trepar arboles), hay que hacerle ver que el posee ciertas habilidades que otros no o viceversa y que esto lo hace especial por ser diferente.

Los padres deben insistir en el hecho de escuchar al otro, esperar su turno y sobre todo compartir, tanto para ser una amistad como para evitar un conflicto.

Errores que pueden evitarse

No hay que forzar las confidencias, es mejor dejar al niño que lo diga naturalmente. Si el niño desea compartir una aflicción, lo hará.

Es necesario que el Padre evite decir: “Una amiga perdida, diez encontradas”, o “Esto no tiene importancia, tú vales mucho más que ellas”. De esta forma el padre no está ayudando a su hijo. En las relaciones humanas no existen reglas, el niño necesita tranquilizarse, y así comprender su sufrimiento, es necesario que se le den los medios y las palabras necesarias para que el pueda aprender y apreciarse a sí mismo.

Sobre todo en estos casos cuando se ha perdido una amistad, los padres tienen que evitar la sobreprotección ya que esto no ayudaría a niño.

Relaciones de Grupos

En esta etapa se va creando la personalidad del niño, el contacto con los otros es enriquecedor. Cuando existen amigos íntimos esto les ayuda a conocerse mejor, apreciarse y desarrollarse de forma afectiva con los otros.

En la amistad como en cualquier otra relación es necesario el equilibrio. Ya que el tener pocos amigos, puede ocasionar sufrimiento o tener muchos amigos puede ocasionar que haya conflictos.

Los niños que necesitan más compañía, son los más sociables y más curiosos. Las amistades les permiten desarrollarse y retroalimentarse en su ambiente. Generalmente estos niños son más leales con los demás y respetan las reglas del grupo.

Existen otro tipo de niños, donde los padres les dedican poco tiempo o están separados, tienen motivaciones muy diferentes. Aquí los amigos juegan un papel distinto pues estos llenan su tiempo y en ocasiones solo tienen un amigo todo el tiempo; o bien tienen muchos amigos que solo les producen una incapacidad de estar solos consigo mismos. Esta reacción demuestra que sufren ante su soledad o el sentimiento de abandono por parte de sus padres.

Hay otro tipo de niños que son sobreprotegidos por sus padres y demasiado estimulados, por esta razón los niños introducen a un amigo a su familia para protegerse de sus padres.

 

Los amigos en casa

Los padres pueden establecer límites para estar con sus amigos, como por ejemplo: nunca antes de haber terminado sus deberes escolares y del hogar. Antes de los 12 años, no se justifica hacer deberes con los amigos, pues esto resultaría perjudicial para la autoridad de los padres ya que se puede salirse de control y que el niño no aprenda que todo tiene un espacio y tiempo.

Una de las sugerencias para que su relación de amistad se fortalezca y sea sana, es que el niño puede invitar a sus amigos a comer o a dormir solo un fin de semana. Aquí se necesita ser claro y preciso, ya que cada quien cuenta con su propio espacio y los padres pueden pedir al amigo del niño que ayude a poner orden en la habitación.

Frente a las autenticas malas compañías.

Es necesario mantener el dialogo, para estimular el espíritu crítico del niño. También tomar en cuenta sus comentarios y oponerle sus propios argumentos.

Cuando el niño se junta con una pandilla que son mala influencia para el niño, se propone una actividad regular que cambie sus inclinaciones, como deporte, actividades artísticas o algún otra actividad que él disfrute y pueda desarrollar todas sus capacidades. De esta forma podrá cambiar a una actitud más positiva, sana y encaminada.

Sin embargo, no se puede abusar de la autoridad paternal. Hay que escuchar los argumentos del niño antes de juzgar que sus amigos son mala influencia.

Tiempo libre

Las actividades extraescolares (deporte, arte, juegos y espectáculos) ocupa un lugar importante en el desarrollo intelectual, social y psíquico del niño, sobre todo aquellas que son recreativas las cuales se hacen por gusto sin sentirse obligado por conseguir resultados ni rendimiento. Sobre todo que no sean escogidas por los padres sino por el niño.

Toda actividad extraescolar necesita un esfuerzo del niño. Por eso estas actividades deben considerarse de descanso tomando en cuenta que complementan con las actividades escolares y de casa.

 

 

 

 

 

 

 

 

Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza

Carrera de Psicología

Psicología Educativa 4° Semestre

 

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